ENERO 2016

 

Mi Tony ya tiene alas. Se nos fue nuestro peludo más fornido, bonachón, aventurero, andariego y tragón. Los años que vivió en la fundación, estuvieron llenos de cariños, amiguitos, comida, escapadas, más comida... El único perro que he conocido que tan sólo tenía ojos y juegos para su amada Shanty. Era realmente, un perro fiel. Nos lo quitó el cáncer. Otro más que me espera al otro lado, para darme lengüetazos de bienvenida cuando llegue mi turno. Qué duro es verlos partir, pero también se siente la satisfacción de haber podido darles una vida distinta al dolor que un día conocieron. Le envío besos a mi amado peludo. Lo extrañaré muchísimo.

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MAYO 2016

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Mentiría si digo que no lloro cuando escribo estas palabras. Se me fue mi hermosa viejita.. Extrañaré su saludo con orejas diciendo “hola ma, como te fue”; sus mordisquitos en la mano mientras caminaba a mi lado; su brinquito con ronquido pidiendo que la sacara o que le desocupara una cama invadida. No he conocido una perrita más valiente y batalladora que ella. Tuvo que pasar años difíciles que le costaron mucho dolor físico y emocional, pero a su llegada a la Fundación aprendió a jugar, a correr con la gracilidad de un furgoncito, a botar su peluche en el aire para volverlo a agarrar; a ser feliz… Sin ser la más agraciada, se ganó el cariño de todos aquellos que la conocieron; y mi amor incondicional. Con ella se me va un pedacito de alma al otro lado, que espero recuperar cuando la vuelva a ver el día que llegue mi turno. Nos volveremos a abrazar mi Shanty.